Los Arhuacos son en general de estatura pequeña, de 1,50 a 1,60 mts., las formas de su cuerpo no carecen de belleza ya que presentan una cierta armonía, son robustos y toda la estructura de su cuerpo da la impresión de fuerza. El color de su piel es amarillo oscuro café, los ojos y el pelo son negros. Los primeros son oblicuos, con lo cual uno no se puede sustraer a la impresión de una gran similitud con la raza mongólica. Curiosamente los colombianos los llaman todo el tiempo chinos, expresión que oí mucho más que la palabra indios o incluso Arhuacos. El cabello es largo, tieso y envuelve toda la cabeza en forma de crin. La barba es escasa; el andar es lento, medido, elegante.
Las mujeres son pequeñas, de formas regulares, pero en general no son bonitas; su andar es jorobado a causa del peso de las diferentes mochilas con víveres y enseres domésticos que cargan continuamente , consigo y que aseguran con una ancha banda a la frente. También llevan a sus niños de esa manera, al hacerlo caminan rápido y trabajan sin cesar en la elaboración de las mencionadas mochilas que confeccionan con las fibras de la planta maguey (Agave americana).
La vestimenta de los Arhuacos consiste en pantalones y una túnica que llega hasta las rodillas, en San Sebastián hasta los tobillos. En el borde inferior se colocan con frecuencia ribetes y adornos, en especial arabescos en zigzag. Estos vestidos son de algodón, bastante pesados y muy apropiados para el clima frío de las montañas, pero también se utilizan en clima caliente. Además, en San Sebastián se lleva también un gorro negro o gris de algodón con la forma de un fez turco. En los pueblos de la pendiente norte, el Arhuaco anda por lo general sin cubrirse la cabeza o utiliza aquí o allá cl sombrero de paja que se fabrica especialmente en Atanques.
Las mujeres llevan un traje muy parecido, de manera que no es fácil diferenciar los sexos. Los niños también van con frecuencia vestidos. De hecho el clima exige vestidos abrigados, por lo menos la temperatura diurna en San Sebastián y en San Miguel corresponde a nuestro mes de octubre, en los restantes lugares es un poco más alta.
Viviendas (kankura):
Los indígenas de la Sierra viven en chozas circulares en su mayoría, por lo general son tan pequeñas que uno solo puede estar dentro de ellas inclinado. En el exterior están cubiertas con paja que llega casi hasta el suelo. La entrada es pequeña y está provista de una puerta, en la cual se colocan candados con cadenas para cerrar la casa. Las casas están con frecuencia cerradas, ya que los habitantes se encuentran en el campo, por ello puede ser posible que el viajero me logre encontrar alojamiento como me sucedió a mí en San Antonio, donde tuve que estar tres horas en la calle. En la punta de las chozas se encuentran fragmentos de ollas y jarros como adorno
y sobre ellos, con frecuencia palitos dispuestos en todas las direcciones.
El interior contiene poco utillaje doméstico, una olla para cocinar y una banco de madera, constituyen el único inventario, más las inevitables mochilas de vivos colores. Para dormir se utiliza una especie de armazón en la parte superior de la choza.
Subsistencia:
Existe la peculiar costumbre de la fuerte separación entre los sexos. Debido a ello las chozas están por pares, una enfrente de la otra. una para la mujer y los niños, la otra para los hombres. Los dos sexos no pueden estar juntos en la misma casa, esta costumbre se respeta estrictamente y yo vi con frecuencia que apenas entraba una mujer en la casa del hombre que se encontraba en ella, éste salía de inmediato. Entre ambas casas hay una piedra, allí coloca la mujer un cuenco con comida para el hombre, allí consume el hombre su almuerzo y conversa con su pareja que se halla de pie en la puerta; cuando llueve es una posición poco envidiable. Por lo demás, los Arhuacos comen incesantemente; en San José , don Félix Daza, recibía cada dos horas un cuenco de comida de su mujer, a las seis de la mañana había ya consumido una comida grande y continuó así todo el día, incluso durante la noche comen los Arhuacos.
Ellos llaman hayo a la planta de coca (Erythroxylon Coca), cuya cultura debió estar extendida antes mucho más. La planta de coca es un arbusto muy delicado, del tamaño del arbusto del café, con frecuencia más pequeño, en promedio del tamaño de un hombre. De tres a cuatro palos nacen de raíces delgadas y largas, metidas no muy profundo dentro de la tierra. Tienen hojas verde-claras, delicadas, de forma oval hasta elíptica, de apariencia fresca y encantadora, de manera que las numerosas plantaciones de coca esparcidas en el paisaje constituyen un hermoso momento de éste.
La flor es blanca, tiene cinco pétalos, cinco estambres y es muy delicada al igual que la fruta roja en su madurez, verde hasta amarilla cuando joven, tiene la forma de baya y solo tiene un largo de 1 / 2 cm. Crece desigualmente repartida en pequeños tallos. No se desarrolla como un arbusto en forma, por el hecho de que se mantienen las hojas abajo sobre la tierra. La planta se cosecha en todas las épocas, pero especialmente en la primavera, de marzo á mayo. Los indígenas tornan un gran secreto el presunto arte de sembrar coca, asegurando que todo aquel que no sepa sembrar correctamente la planta, morirá. Por lo tanto la siembra de la coca sólo se le encarga a personas escogidas. La coca florece en cualquier tiempo y madura también sin restricciones.
El poporo:
un recipiente similar a un reloj de arena, elaborado con la fruta del totumo allí mezcla él conchas de mar, quemadas y pulverizadas hasta formar una papilla café amarillenta, que se recogen en Ríohacha. Siempre lleva consigo el poporo con esa mezcla que se llama ambiro, coge primero unas hojas de cocay por medio de un palito que está en el poporo, ambiro. Día y noche todos los hombres Arhuacos realizan esta actividad y tiene tal importancia para los indígenas que su saludo consiste en intercambiar primero algunas hojas de coca, después ambiro.
Alimentacion:
De resto, la alimentación de los Arhuacos se compone en general solo de productos vegetales, los principales son: arracacha (Conium arracacha) y los bananos que se encuentran en todos los asentamientos, además yuca, apio, ñame (Discorea), Malanga (Maranta Malanga), papas, fríjoles, batatas, col, maíz, cebollas, azúcar.
Comen pocas veces carne, menos todavía arroz; de alimentos especiales recuerdo caracoles y lagartijas. En lo que a bebidas respecta les gusta mucho además de la leche, en últimos tiempos el ron, el cual es vendido por los colombianos en grandes cantidades, lo que conducirá paulatinamente a la extinción del grupo.
Instrumentos:
Las flautas (carrizo) son tubos de madera de aproximadamente medio metro de largo, elaboradas de distinta manera. La una tiene seis huecos, la otra uno; la primera se denomina el instrumento masculino, la segunda el femenino (como la antigua flauta doble griega); ambas están afinadas a dúo y dan tonos melancólicos y graves. La maraca es una parte de la cáscara de la fruta del árbol de totumo, en la cual se echan granos de maíz y arvejas que producen el sonido al agitarlas.
Musica y danza:
Esta música desempeña un gran papel en sus danzas. Estas son en su mayoría de naturaleza religiosa; una designación común para danza es funfún; una danza especial, que se ejecutaba en Rosario en la falda sur de la cordillera, pero completamente desconocida en la falda norte, se llama subida al cielo. En ella los danzarines forman un círculo alrededor de los músicos, golpean al ritmo con las plantas de los pies, van hacia los músicos y se retiran de ellos alternadamente; después de haber repetido estos movimientos varias veces finalizan el baile bajo la gritería general. En otras danzas imitan animales, gritan como monos o tigres, se mueven como gallinazos, culebras, toros y finalizan con rugidos generalizados.
En Atanques se baila la danza de la marimba al son de este instrumento; es un pequeño arco de madera muy fuerte, su cuerda está hecha con las fibras de la palma Dókora, la cuerda se coge con la boca y el arco se golpea con un palo de madera, se respira rítmicamente, cerrando y abriendo los labios por turnos. Se forman entonces tonos melodiosos muy peculiares.
La danza más importante es la de Cansamaría, la cual ellos denominan Nuchei, tiene un carácter decididamente religioso; durante la luna llena de enero, para celebrar la fiesta de Taiku vienen de lo ¡argo y de lo ancho Arhuacos, se reúnen y van a determinados lugares, por ejemplo, a San Miguel, donde el sitio para danzar queda un poco afuera del pueblo, sobre el río. Un camino empedrado con tres hileras de bloques de granito tallados y de cantera asciende del río. Las mujeres viven a un lado, los hombres al otro del sitio de danza